Tan pronto como se anunció, la MacBook Pro recibió críticas. Significa una desviación de una larga tradición.
El MacBook Pro de 16 pulgadas puede brillar con un mejor rendimiento y cumplir deseos anhelados con respecto al teclado, pero carece de algunas cosas esenciales, se queja nuestro colega de Macworld, Michael Simon.. La cámara frontal, por ejemplo, solo ofrece una resolución de 720p, los chats de Facetime y las llamadas de Skype son posibles, pero no mejoradas. Pero sobre todo falta el Face ID de reconocimiento facial, que hubiera sido fácil de integrar. ¿Y por qué no instalar un interruptor de encendido y apagado para la cámara, para las personas que temen al espionaje y desfiguran su bonita Macbook Pro con cinta adhesiva?
Simon también encuentra algo mal en la pantalla, que Apple ha ampliado y mejorado ligeramente, porque sigue siendo una pantalla LCD y no OLED o micro-LED, para lo cual el momento ha llegado gradualmente. Además, el colega considera que la adhesión de Apple a la plataforma Intel está desactualizada, ha llegado el momento de cambiar a un procesador basado en ARM de desarrollo propio. El diseño externo tampoco ofrece la revolución esperada, los marcos ahora podrían ser realmente más delgados.
Jason Snell le da una mirada diferente al MacBook Pro de 16 pulgadas en su análisis. Sobre todo, considera que el nuevo portátil de gama alta es una desviación de la doctrina de diseño de Jony Ive. El director de diseño (CDO) quiere haberse marchado de Apple a finales de año tras despedirse de Cupertino en verano pero ya no era visible y es muy posible que ya no tuviera una influencia decisiva en el diseño del Macbook Pro de 16 pulgadas.
Bajo Ive, quien llevó la filosofía de diseño de Steve Jobs al extremo, los nuevos dispositivos aún tenían que ser más delgados y livianos que sus predecesores, y aparentemente este no es el caso ahora. En cambio, Apple, como había enfatizado en la rueda de prensa en Nueva York, escuchó a sus clientes a los que molestaba el teclado, por ejemplo.
En principio, no hay nada de malo en el deseo de optimizar el peso, en particular, pero puede exagerar y reducir demasiado el espacio requerido para baterías, procesadores, ventiladores y el teclado. Aunque se ha vuelto un poco más grande y pesado que su predecesor inmediato, el nuevo MacBook Pro sigue siendo más pequeño y liviano que el modelo de 15 pulgadas actualizado por última vez en 2015, sin mencionar la serie de modelos hasta 2012, que todavía tenía una unidad óptica. a bordo.
Apple siempre ha sido bueno dando a los clientes lo que ni siquiera sabían que necesitaban. Recientemente, Cupertino había ido demasiado lejos con este enfoque en algunos lugares, el cambio de paradigma puede parecer sutil, pero cambia mucho: dar a los profesionales lo que quieren los profesionales. Pero eso no se limita solo al nuevo teclado, que reemplaza a uno que siguió estrictamente la doctrina Ive.
Algo de esto ya se podía sentir en abril de 2017, cuando Apple explicó a algunos periodistas por qué la Mac Pro había llegado a un callejón sin salida y cómo pretendía cambiar eso. 32 meses después llega el nuevo rallador de queso. Al final, el Macbook Air también demostró ser viable porque el posible reemplazo del Macbook de 12 pulgadas no había progresado, el iMac Pro, las aplicaciones Mac Mini renovadas y Catalyst también cumplen con muchos otros requisitos de los clientes.